Chamía ratificó la decisión del juez Martínez
El juez de instancia superior, determinó no hacer lugar al pedido de la defensa que solicitaba el cambio de la denominación por el cual se determinó la detención de los profesionales médicos. Tampoco hizo lugar al pedido de recusación en contra del juez Mario Martínez, y el pedido para que no actúe el fiscal general Hugo Montivero. Ahora el magistrado de instrucción puede determinar el regreso a la carcel de Coppari y Paliza.
La sala unipersonal de la Cámara Tercera en lo Criminal y Correccional, a cargo de Jorge Chamía, determinó no hacer lugar al recurso de apelación presentado por la defensa de Enrique Paliza, a cargo de Ricardo Ruarte y Matías Juárez, en contra de la resolución que dicta el procesamiento del médico.
Chamia también determinó no hacer lugar a la recusación en contra del magistrado Oscar Martínez, pedido por los mismos abogados. En el mismo sentido, el magistrado rechazó el recurso de apelación presentado en contra de la intervención del titular del Ministerio Publico Fiscal, Hugo Montivero. Tampoco hicieron lugar al pedido del abogado Alejandro Cruz Antúnez, quien defiende al médico Jorge Coppari, en torno a la caratula de la causa.
Ahora, el juez Martínez, respaldado por esta decisión, puede determinar ratificar la denominación de “homicidio simple con dolo eventual” por el cual los médicos deberían volver a la cárcel.
El tres de octubre próximo pasado, el juez penal, Mario Martínez, procesó a los médicos Enrique Paliza y Jorge Coppari como presuntos autores del delito de homicidio con dolo eventual y ordenó la prisión preventiva de los mismos. Por tal motivo, fueron alojados en el Servicio Penitenciario Provincial.
Siete días después, Martínez decidió suspender la prisión preventiva pero no así la acusación. Precisamente, la acusación fue objetada por los abogados de los imputados y ahora la causa será analizada por la Cámara Penal de La Rioja.
Coppari y Paliza, están involucrados como supuestos responsables de la muerte Enzo Abel Gallo, de 15 años. El adolescente, padecía dolores en el abdomen y vómitos. Le diagnosticaron tres posibles motivos: infección urinaria, gastroenteritis o una infección de los ganglios.
Enzo, fue revisado en la clínica ERI y en el hospital público de la capital. Alejandro Gallo, padre de la víctima, recurrió a Paliza y el médico habría determinado que sea derivado al sanatorio Rioja.
Según la investigación judicial, Enzo fue trasladado a un centro privado y la internación, en ese lugar, habría tenido un costo de 3.000 pesos, dinero que habría sido pagado por Gallo.
Enzo, fue conducido al quirófano, donde participaron Paliza (jefe quirúrgico), Edgardo Mercado (ayudante de cirugía) y Jorge Coppari (anestesista), además del personal de enfermería.
Veinte minutos después de iniciada la operación, Enzo sufrió una aguda crisis respiratoria, que derivó, diez minutos más tarde, en un paro cardiorrespiratorio. Pese a las maniobras de resucitación, el adolescente falleció.
Martínez, determinó, en el procesamiento, que Coppari y Paliza intervinieron al paciente, sin haberlo revisado antes, ni preocuparse por determinar qué tratamiento o medicación había estado recibiendo, ni haberle realizado los estudios prequirúrgicos, ni haber indagado en la medicación anteriormente prescripta o la atención médica recibida, ni existió coordinación entre médicos cirujano y anestesista, sobre la consulta pre-anestésica del paciente
