DENUNCIA

 Denuncia un supuesto negociado con pacientes

Alejandro Gallo, luego de la muerte de su hijo Enzo Abel Gallo en un sanatorio privado, inició una investigación propia, paralela a la Justicia. Mediante la recopilación de videos y audios logró registrar graves denuncias sobre un supuesto accionar corrupto que involucraría a la salud pública y privada. Todo el material recopilado y testificado por escribano público será ofrecido a la Justicia una vez concluida la Feria Judicial.

Luego de que su hijo Enzo Abel, de 15 años, falleciera en un sanatorio privado de esta ciudad, se cargó a la espalda una investigación que, a poco más de tres meses de la muerte, ya logró registrar graves testimonios.

Como prueba, proyectó algunos videos y audios en formato digital que registran los testimonios de empleados del sanatorio y otros testigos que comentan sobre el manejo "comercial" de pacientes y su relación con la muerte del adolescente.

Según afirmó Gallo, cada una de las grabaciones fueron rubricadas por un escribano público y serán ofrecidas a la Justicia apenas concluida la feria judicial de verano. Hasta entonces, y a modo de resguardo, se hicieron numerosas copias que se encuentran aseguradas en distintos sitios.

Siguiendo los testimonios y la documentación recabada en su investigación, Gallo concluyó que el campo de acción de esta supuesta organización corrupta son los hospitales y centros de salud públicos.

Según señala, algunos médicos "utilizan y aprovechan su posición estratégica de privilegio, ya que son empleados públicos contratados para prestar servicios en hospitales y centros de salud en forma gratuita". En esos lugares "captan y marcan" a sus "clientes-pacientes", continúa Gallo. "Si detectan que pueden pagar por la obra social o en forma particular (...) comienza a funcionar la maquinaria mafiosa", agrega.

Así, dice Gallo, estos médicos utilizan su posición estratégica y desvían a sus pacientes "del sistema de salud público y los sacan de estas instituciones con engaños y haciendo firmar papeles en blanco y altas voluntarias para atenderlos y negociar en forma externa al sistema de salud público".

De este modo, señala, estos médicos abusan de la buena fe de sus pacientes y "se aprovechan ante la desazón, angustia emocional, debilidad física y psicológica de los pacientes y parientes, por la situación traumática que toda enfermedad conlleva, más aún en los casos que se creen de urgencia".

Luego, agrega que "en algunos casos, realizan operaciones sin ninguna necesidad, en clínicas privadas, las que son cómplices y socias de esta mafia, ya que los médicos reparten las ganancias con la misma".

Asimismo, Gallo hizo hincapié en que esta forma de operar tiene "muy aceitados sus mecanismos desde el principio al fin", para que los casos como el de su hijo, que terminan en muerte, puedan burlar a la Justicia.